XXX Aniversario Club Naha-Te
En el año 1983 la actividad deportiva de Fuente Álamo estaba prácticamente reducida a un equipo de fútbol. A parte del fútbol, había cursos de natación en verano, una carrera ciclista el día de la Villa y alguna prueba de carrera pedestre en las fiestas del pueblo. Con este plantel socio-deportivo Antonio Martínez Jiménez abrió un gimnasio de karate en la Avenida de Murcia nº 2, lugar donde actualmente hay un restaurante chino. El impacto en el pueblo fue notable, tanto, que cualquier ciudadano de Fuente Álamo entre 40 y 60 años, o ha pasado por el gimnasio de karate, o conoce a alguien muy cercano que ha estado entrenando.
Pero la historia del karate en Fuente Álamo comenzó mucho antes.
Antonio Martínez Jiménez nació en Archena el 15 de enero de 1955. Por el trabajo de su padre se vio obligado a cambiar numerosas veces de domicilio. Nada amigo del fútbol, Antonio practicó atletismo con gran intensidad, donde destacaba en pruebas de fondo, velocidad, lanzamientos y saltos. Cuando llegó a la adolescencia, fue a vivir al poblado de Refinerías, donde las instalaciones deportivas eran las mejores de la región de Murcia. A principios de los 70 Antonio comenzó a practicar Taekwondo con un joven que estaba haciendo la mili en Cartagena. Cuando ya tenía el grado de cinturón verde se enteró que había un japonés en Murcia que daba clases de karate, una tarde se fue con un amigo en su moto y encontró el gimnasio de Sensei Onaga, ese mismo día se apuntó al gimnasio y hasta ahora no lo ha dejado. El principio no fue cómodo, Antonio hacia a diario el trayecto de Cartagena a Murcia en una moto marca Movilette, de su padre, yendo al gimnasio de Murcia y al gimnasio de Molina de Segura que Sensei Onaga abrió poco después. En el año 1980 consiguió el grado de cinturón negro primer Dan y tres años más tarde el segundo Dan.
Murcia, 1978, un joven Antonio junto a Jesús Mengual, Sensei Onaga y Mateo entre otros. |
San Juan, Alicante, 1980, en este cursillo Antonio se examinó de cinturón negro. En la foto, entrenando con Pepe de Jodar. |
En 1983 Antonio trabajaba en la oficina bancaria de Cajamurcia de Los Canovas y decidió abrir un gimnasio de karate en Fuente Alamo.
Al principio el éxito de afluencia fue absoluto, 3 clases de 50 alumnos cada una. El precio, casi nada, 1.500 pesetas. Poco a poco fue cayendo el furor del principio, en unos casos por la dureza de las clases, por no cumplir las ambiciosas expectativas del principio, por no ser capaces de ser tan constantes y en otros casos porque las pequeñas lesiones, o épocas sin entrenar, hacían tener miedo al retorno a unas clases tan duras y exigentes. Por un motivo u otro, el número de alumnos fue disminuyendo. En 1985 el gimnasio se trasladó a la calle Alta, el número de alumnos seguía decreciendo, y en una fría noche de invierno de 1986 el gimnasio de la Calle Alta se cerró definitivamente. Muchos volvimos esa noche a nuestra casa con lágrimas en los ojos y con un gran vacío en nuestro corazón.
Unos meses después de cerrar en Fuente Álamo, Antonio comenzó a dar clases en la GFU de Cartagena, gimnasio especializado en yoga, poco a poco los alumnos de Fuente Álamo empezaron a ir a Cartagena siguiendo a su maestro. Los primeros fueron, Joaquín Mendoza, Antonio Rosique, Domingo García y Julián Sánchez, poco después se fueron incorporando otros más, Juan Pedro Vallejo, Jose Mariano, Paco Barbero y Pedro Antonio Muñoz Pagán. Unos años después se traslada al gimnasio Estadium (también de Catagena) y durante alguna temporada, por reformas, también entrenamos en el gimnasio Daryun.
Murcia, inauguración del gimnasio de sensei Onaga, 1986. Antonio junto a Pepe de Jodar. |
Con el paso de los años fue aumentando el número de alumnos de Fuente Álamo que hacían el trayecto hasta Cartagena para seguir a su maestro. A principios de 1991, los alumnos de Fuente Álamo que entrenaban en Cartagena eran más de 15 y el grado de los más avanzados era alto, Joaquín era cinturón negro, Domingo, Antonio Rosique, Julián y Paco Barbero cinturón marrón, Juan Pedro y Pedro Antonio cinturón azul. Después de alguna reunión y buscar cosas interesantes, los alumnos decidimos proponer a nuestro maestro abrir otra vez el gimnasio de la Calle Alta, esta vez bajo la dirección de los alumnos, que gestionarían el gimnasio, pagarían a Antonio por sus clases, y con la comodidad para éste que no se tendría que preocupar por nada, ni gastos, cobro a los alumnos, alquiler, limpieza, contabilidad, ni nada, sólo entrenar y cobrar por sus honorarios. Con esta proposición, Antonio no se pudo negar, y a los pocos meses volvimos a tener gimnasio de karate en Fuente Álamo.
El retorno a Fuente Álamo fue muy bonito, el gimnasio era nuestro, trabajamos entre todos para montarlo y prepararlo todo. Todos los socios teníamos llave para entrenar cuando queríamos, hacíamos limpieza general los sábados por la mañana, éramos más que nunca una piña, ya que el gimnasio nos pertenecía y todos lo sentíamos como algo propio.
Cuando fuimos a dar de alta al gimnasio como club, nuestro primer nombre era “Jundokan Fuente Álamo”, nombre que se había tenido en la anterior etapa, pero no podíamos registrarlo con ese nombre por haber muchos Jundokan, entonces Antonio nos propuso llamar al club “Naha-Te”, ninguno sabía lo que significaba eso, Antonio nos explicó que nuestro estilo antes de llamarse Goju- Ryu se llamaba Naha-Te, referido a la forma de karate que se practicaba en la ciudad de Naha (capital de Okinawa). El nombre nos pareció perfecto, ya que nosotros siempre hemos intentado llevar una línea de karate lo más tradicional posible.
En el año 1992, por motivos personales, Antonio no asistía a algunos entrenamientos, ante su falta se encargaba de dar las clases el cinturón más avanzado, Joaquín. Poco después, Joaquín pasó también por dificultades personales y dejó de entrenar durante algún tiempo. De las clases se encargaba Domingo García y Antonio Rosique, pero al poco tiempo, Domingo empezó a preparar oposiciones y Antonio Rosique fue trasladado a Almería. Con estas ausencias empezó a encargarse de las clases Julián Sánchez y Paco Barbero, pero como Julián estudiaba y entrenaba en Murcia, el peso de las clases cayó casi en su totalidad sobre Paco. En 1993, Antonio dejó oficialmente como responsables de las clases a Julián y a Paco.
En 1995, Julián empezó a dar clases para niños en el pabellón, Paco seguía con las clases del gimnasio. En 1996, por dificultades ajenas a los entrenamientos, cerramos el gimnasio de la calle alta y trasladamos las clases al pabellón. Julián se tuvo que dejar las clases por no poder combinarlo con su trabajo y Paco se encargó de las clases de niños y mayores.
Fuente Álamo, club Naha- Te, campeones regionales de katas por equipos, 1996. De izq. a der.: Rubén, Julián, Paco y Samuel. |
En 1995, Antonio sufrió un grave accidente doméstico, donde se produjo varias hernias de disco que lo tuvieron apartado del karate durante 3 años. Finalmente, se operó y pudo volver a entrenar, aunque las otras hernias le siguen molestando y limitando.
En el año 2000 se celebra el primer cursillo nacional en Fuente Álamo. La ayuda del Ayuntamiento fue total y Ginés Bermúdez lo coordinó todo a la perfección. La asistencia fue multitudinaria, más de 100 personas, que podían dormir en el pabellón, también había servicio de comedor, se podía desayunar, comer y cenar en el colegio Nueva Escuela. Las autoridades locales apoyaron el acontecimiento, Miguel Pérez, alcalde y Antonio García, concejal de deportes, nos acompañaron y ayudaron para que todo saliera a la perfección. El éxito del cursillo fue absoluto, todavía ahora, todos los que asistieron al cursillo lo recuerdan como el mejor cursillo al que han ido.
Fuente Álamo, cursillo del año 2.000, miembros del club Naha-Te: Paco, Antonio, Joaquín, Juan, Sensei Fujioka,Paco Pagán, Sensei Onaga, Juan, Sevilla, Julián, Juan Pedro y Samuel. |
Ese cursillo fue un punto de inflexión, no sólo para el club Naha- Te, sino también para la asociación “Okinawa Goju- Ryu Karate- Do Kyokai”, ya que desde ese cursillo han sido numerosísimas las actividades de la asociación realizadas en Fuente Alamo, cursillos, entrenamientos de cinturones negros y competiciones. Fuente Álamo siempre ha recibido con los brazos abiertos a todas las actividades de karate y la asociación, con Sensei Onaga a su cabeza, siempre se han sentido aquí como en casa, muy bien recibidos y atendidos.
En 2002 Samuel se hizo cargo de las clases hasta 2006.
En 2006, después de 15 años, Antonio vuelve a dar clase, alternándolas con Paco Barbero, y así hemos seguido hasta la fecha actual.
En 2008, fue el 25 aniversario del club Naha- Te, para celebrarlo preparamos una experiencia única, entre Joaquín, Paco, Julián y Samuel, le invitamos a nuestro maestro, como agradecimiento por todo su trabajo, y nos fuimos 3 semanas a Okinawa. Allí entrenamos con los mejores maestros del mundo. Estuvimos con tres décimos danes, entrenando con ellos en sus gimnasios, compartimos tatami y mesa con los karatecas más avanzados de nuestra asociación. El trato y las atenciones que recibimos en Okinawa superaron con creces nuestras mejores expectativas, en un viaje único de donde todos volvimos un poco más karatecas.
Naha, capital de Okinawa, 2008. Arriba de izq. a der.: Antonio, Paco, Joaquín, Samuel, y Julián. Abajo de Izq. a der.: Sensei Masuda, sensei Hirata, sensei Teruya, sensei Koki, sensei Arakaki. |
Fuente Álamo, entrenamiento de cinturones negros, 2012. Paco, Julián, Antonio, sensei Onaga (primer plano), Joaquín. |
En octubre de 2013, celebramos el XXX aniversario de nuestro club. La celebración, como siempre, sencilla e íntima, con nuestra ya conocida fiesta del jamón.
Nosotros hemos llevado una línea de trabajo muy tradicional, intentando ser lo más fieles posible a las enseñanzas y forma de trabajo de Sensei Onaga. En cuanto a las competiciones, es algo que hemos hecho en ocasiones puntuales, para ampliar un poco más nuestro trabajo, pero nunca hemos entrenado para competir. Hemos participado en las competiciones de la Asociación, donde hay que destacar que Samuel se ha quedado campeón en katas de cinturón negro en 4 ocasiones, otra vez más se quedó segundo en kumite. Paco se ha quedado 2 veces tercero en katas en dos cursos europeos.
Fuente Álamo, competición nacional de la asociación, 2004. Samuel en lo alto del pódium el katas cinturón negro. |
Los grados más altos del club son: Antonio Martínez, 7º dan; Joaquín Mendoza, 6º dan; Paco Barbero, 6º dan; Julián Sánchez, 5º dan; Samuel García, 3º dan; Domingo García, 2º dan; Ramón Becerra, 2º dan; Majid Bencheikh, 1º dan.
En la actualidad hay más de 50 alumnos, 40 de ellos federados. Hay una clase de niños y otra de adultos los martes y los viernes de 7 a 9 de la tarde. Seguimos entrenando y trabajando karate tradicional, una forma de ejercicio físico alejada de campeonatos y de popularidad. Con nuestra línea de trabajo buscamos crecer, madurar y envejecer haciendo una actividad física con nuestros amigos que nos enriquece y nos llena, a la vez que por su carácter tan amplio se puede practicar a cualquier edad y con todos los objetivos posibles, desde un punto de vista marcial, para destruir al contrario, educativo, para formar y educar niños y jóvenes, hasta un karate salud, haciendo ejercicios más suaves y adaptados a las limitaciones físicas o de la edad.
Fuente Álamo, Club Naha-Te, 2014. |
Esperamos seguir cumpliendo años con la misma ilusión, ganas de trabajar y el apoyo que hemos tenido hasta ahora por parte de alumnos, padres, autoridades (el Ayuntamiento y en su persona, Ginés Bermúdez, siempre ha estado con nosotros), compañeros de otros gimnasios y en especial a Sensei Onaga, quien nos ayuda, confía en nosotros y siempre ha venido a Fuente Álamo cuando lo hemos invitado.
Las últimas palabras tienen que ser para nuestro maestro, Antonio, karateca respetado y admirado por todos los que lo conocen y saben su trayectoria. Maestros, compañeros y alumnos, todos lo valoran por practicar de forma constante y meticulosa un karate duro y real. Como maestro nos ha enseñado tanto dentro del tatami como fuera de él. Dos frases lo definen como maestro y como persona:
“Vosotros, siempre que podáis, id a entrenar con el maestro Onaga, que es el que de verdad sabe karate”.
“El mayor orgullo para mí, como maestro, es que mis alumnos sean mejores karatecas que yo”.
No creo que haga falta explicarlas, lo que está claro es que quien las dice es una persona muy humilde, sin ningún ansia de protagonismo, que te aprecia mucho.
¡Feliz cumpleaños!
Francisco José Barbero Vera.
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